¿E-commerce y domicilios para centros comerciales?
Por: Oscar Piccardo
Especialista en Centros Comerciales
Los centros comerciales y sus comercios nacieron, se desarrollaron y seguirán siendo principalmente físicos por buen tiempo. Incluso, la transformación que vienen haciendo a espacios de socialización y encuentro como verdaderos parques de ciudad, es más física aún. La tecnología los complementa, enriquece y hace más atractivos, pero de ninguna manera los sustituye. Mucho menos resuelve los problemas de subsistencia que presenta una crisis como la actual.
Entendiendo que en estas circunstancias se impone tomar todos los recaudos para prevenir la difusión de la enfermedad, tal como lo están haciendo los centros comerciales, se debe pensar también en una solución “real, seria y honesta” para encontrar una salida a la encrucijada en la que se encuentran quienes dan trabajo a cientos de miles de familias de modo directo e indirecto.
La solución no vendrá por el desarrollo del e-commerce, plantearlo implica un profundo desconocimiento de la actividad de los centros comerciales por una parte y del modo en que se desarrolla el e-commerce por otra, estas son solo algunas de las objeciones:
- Muchos comercios no tienen posibilidad de responder a los requerimientos tecnológicos y logísticos que exige el e-commerce.
- Pensar en sustituir la visita al centro comercial por e-commerce es excluyente para los grupos que no acceden a esa tecnología: adultos mayores, personas no bancarizadas y personas cuyas discapacidades impiden utilizar soportes digitales, entre muchos otros.
- Sustituir la venta en centros comerciales con e-commerce, no es viable ni en EEUU, donde, según algunas estimaciones, sólo representa el 10% de las ventas minoristas y proyecta llegar al 95% recién en el año 2040. Suponer que en Colombia se puede hacer de un día para el otro como lo marca la urgencia del comercio es al menos “ilusorio”.
- El e-commerce no funciona como el mundo físico, es mucho más “excluyente”, en él no pueden coexistir cantidad de empresas grandes, medianas, pequeñas e incluso muy pequeñas como en los centros comerciales. El mundo digital está dominado por los llamados marketplaces, y solo hay espacio para unos pocos operadores. Piense en Amazon, Mercado Libre, eBay, AliExpress. Cualquiera de ellas, sobredimensiona los esfuerzos de las empresas más grades de Colombia. Además, considere que en una pantalla, la distancia entre la web del comercio local o del mundo es la misma. Quien quiera desarrollar su tienda digital tendrá que competir con ellos. O vender sus productos en esos portales. Entonces, en el improbable caso que reemplace el volumen de ventas, ¿para qué quiere el local y los empleados del centro comercial?
Un breve capítulo para la venta con entrega a domicilio. Sólo sirve para quienes tienen un producto estandarizado, de fácil selección en un listado acotado, generalmente repetitivo, que no requiere probarlo antes de comprarlo y que tiene bajo precio por lo que el riesgo de equivocarse no tiene gran costo. Ahora piense en comprar un zapato de mujer, un traje de hombre o la casi totalidad de productos, todos sabemos que por muchos años no compraríamos sin ver, tocar y probar. Si acaso, es una solución para muy pocos.
¿Quién “real, seria y honestamente” puede pretender que un comercio que no está preparado y tiene que pagar un cúmulo de obligaciones pueda sentarse a desarrollar e-commerce o domicilios? Peor aún, si lo hace, es muy probable que camine en sentido equivocado, pierda tiempo valioso y dinero invertido.
Los centros comerciales, sus comercios y los cientos de miles de personas que dependen de ellos, sólo tienen oportunidad si dejamos de considerar estas opciones inviables en las actuales circunstancias y, de modo urgente, se les autoriza una reapertura ordenada. Por supuesto, con todos los cuidados, pero permitiendo que regresen al único mundo en el que pueden sobrevivir: el de sus locales, con sus empleados y donde puedan atender a sus clientes. Y, si logran hacer domicilios o negocios en el mundo digital, bienvenido sea el complemento.
Foto: lavoz.com.ar